La creatividad siempre es importante, aunque no te dediques al mundo del arte. Las personas creativas son más felices porque están menos reprimidas y son más capaces de expresar sus sentimientos. Amar también es expresarse y está claro que el amor equivale a felicidad. ¿Lo puedes sentir cuando abrazas a tu hijo pequeño? Si además eres correspondido, ya ni te cuento.
Cada cual tiene sus trucos para estimular la creatividad, aquí van algunos de los míos
¿Sabes lo qué quieres?
No obstante, lo primero que debes saber es lo que quieres y también lo que no quieres. Si no tienes objetivos, no puedes enviar a tu ejército a luchar ahí. Lo más probable es que te disperses y te acabes desanimando. Por ponerte un ejemplo: Si tienes unos kilos de más y la gordura te está amargando la salud y la vida, ponlo número 1 en tu rango de preferencias. En la vida todo son preferencias. Concéntrate al máximo y si ves una máquina expendedora de bebidas, cógete el agua, y si ves una escalera y un ascensor, decántate por las primeras, aunque estés cansad@ y vayas cargado (¡todavía mejor!)
13 reglas creatividad
- Elige algo que te guste, te haga ilusión y se corresponda con tus sueños (sin pensar en el dinero) y haz planes, hojas de ruta a largo plazo y apúntalos. Mantenlos fijos en tu mente para no desviarte. Distingue felicidad de placer instantáneo (se desvanece al momento). Lleva una libreta contigo a todas partes o una App que se llama Evernote en el teléfono. Las notas son imprescindibles para empezar un nuevo proyecto, son piezas en una caja de Lego.
- Escribe, pinta, trabaja de manera espontánea (automática, como el fusil de Hemingway), después ya corregirás. La edición es muy divertida 🙁
- Preocúpate de buscar inspiración, pero no demasiado (Henry Miller), no sea que la espantes. Sucede lo mismo con el dinero.
- Aléjate del ordenador de vez en cuando. Toca algún instrumento, aunque moleste a los vecinos. Tortúrate aprendiendo chino o islandés. Haz el loco, practica deporte, cocina, baila, desfógate sin prejuicios ni vergüenzas, entra en contacto con la naturaleza. No tengas miedo a la lluvia, a la nieve, el frío y todo eso. Mójate. ¡Son una bendición! Cuando el cerebro trabaja en otras áreas, se produce una especie de barbecho en el campo de la creatividad.
- Haz pausas. No esperes a verlo todo borroso o te atiborres de café o medicamentos.
- Haz cosas nuevas, ve a sitios diferentes, rétate, no seas perezoso. Cuando pienses que estás perdiendo un tiempo precioso, es todo lo contrario. Al regresar encontrarás un árbol con frutos.
- Sé curioso, mantén tu mente abierta, lee mucho, escucha lo que te dicen, no desprecies a nadie ni sus opiniones. La vida da muchas vueltas. Estamos en constante cambio. El que hoy es un nerd o un pelele, mañana será tu jefe.
- Aprende de las críticas. No las desdeñes tan fácilmente. Dale vueltas al asunto hasta que disciernas cual es la causa. No te creas tan importante. No todo el mundo te odia o te tiene envidia.
- Rodéate de gente alegre y creativa. Huye de las malas vibraciones y de la gente que no se para de quejar o fijarse en los defectos de los demás. Es un efecto karma o boomerang.
- Persevera. Nunca te rindas. Lucha por tus sueños. Da una vuelta de tornillo más que los demás. Practica y entrena. «Cuanto más entreno, más suerte tengo».
- Permítete cometer errores, eres humano. Y cancela todos los pensamientos negativos que te persiguen. Sé humilde, pero ten confianza en ti mismo. No conozco a ningún hombre que haya triunfado y no tuviese confianza en sí mismo.
- Agradece lo que tienes. No te quejes. La vida te trata muy bien. No pierdas los nervios porque se te ha caído el café encima de la alfombra. Total es de IKEA!
- Rompe las reglas de vez en cuando.
Ahora dime: ¿Qué ves en la foto? Rápido, rápido…
Jordi Pujolà, escritor español-catalán en Islandia. Autor de la novela Necesitamos un cambio. El sueño de Islandia, Eds. Camelot.