Entrevista Contra Periódico Catalunya

Entrevista Contra Periodico de Catalunya del 23 de noviembre de 2015.

La vida es un dado que se lanza a cada momento

Olga Merino, en la entrevista en La Contra Periodico de Catalunya, sondea al escritor español en Islandia Jordi Pujolà, autor de la novela: Necesitamos un cambio. El sueño de Islandia, Eds. Camelot.

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Entrevista Contra Periódico de Catalunya, entrevista de Olga Merino al escritor Jordi Pujolà

La entrevista Contra Periódico Catalunya

Jordi Pujolà (Barcelona, 1972)

1.— Trabajaba en una inmobiliaria y en el 2013 lo abandonó todo. ¿Por qué?
Llevaba una vida acomodada, pero también 40 años haciendo lo mismo y viviendo en el mismo sitio. Mi voz interior me dijo que me quedaban pocas oportunidades para ser escritor. Todos tenemos una voz interior; no obstante, existe tal confusión dentro de nosotros que nadie le hace caso.

2.— ¿Cuál fue el detonante? ¿El estrés?, ¿El agobio por la rutina?
Me di cuenta de que vivía para trabajar y que el dinero que ganaba caía en un pozo sin fondo porque cada vez quería más y en definitiva dejaba de estar con mi mujer y mis hijos. En Barcelona nos compramos un piso de 3 habitaciones y ya quería comprarme uno de 4. Ahora, en Islandia, vivimos en uno alquilado por la universidad de dos habitaciones y somos más felices que nunca.

3.— ¿Cómo se lo tomaron en el trabajo?
Les di un año de margen. Aunque respetaron mi decisión, nunca lo entendieron. Habían depositado muchas esperanzas en mí y, en cierta forma, los decepcioné. Algunos pensaron que, teniendo niños pequeños, iba a acometer una insensatez.

4.— Y en casa, ¿qué le dijeron?
Mi mujer es islandesa, llevaba 15 años en España, habla catalán y estaba totalmente integrada; nos habíamos comprado un principal de techos altos y 100 metros de terraza. Lo restauramos a conciencia. Nunca nos habíamos planteado el ir a vivir a Islandia. Cuando se lo dije, de un día para otro, de poco se desmaya. Hizo una conferencia por Skype con toda su familia para anunciarlo. Todavía hay gente que cree que mi mujer me coaccionó o algo así.

5.—Eso es lo que usted llama cortar el cable del área de confort, ¿no? ¿Puede explicar qué es eso?
Los naysayers, como me gusta llamar a los aguafiestas, me dijeron que iba a tirar mi carrera de directivo por la borda; por el contrario, me sentí increíblemente liberado y empecé a trabajar, con la misma intensidad que lo había hecho en la inmobiliaria, pero por mi sueño. Y ya lo ves, un scout se fijó en mi novela y ya está publicada.

6.— ¿Quiénes son para usted los naysayers?
Los que no se atreven a hacer lo que quieren y ponen palos en la rueda a los que lo intentan. Chet Baker aconsejó a su hijo que eligiese la profesión que más le gustase. Él no le iba a presionar de ningún modo porque cuando haces lo que te gusta ya tienes una cabeza de ventaja sobre el resto. El problema es que, en la mayoría de ocasiones, un trabajo estable es un lastre que no te deja evolucionar. Nos han metido el miedo en el cuerpo con eso. Sin embargo, si tienes salud, puedes llevar tus habilidades a cualquier parte del mundo. Por eso es importante la educación. Si pierdes todo tu dinero, siempre puedes empezar de cero.

7.— ¿Por qué eligió Islandia y no Berlín, Londres, USA?
Elegí Islandia porque, como he dicho, se paró el tren enfrente de mí y abrió la puerta. Pero también porque se negaron a pagar las deudas de los políticos y banqueros que arruinaron el país, porque no han dejado que la UE intervenga en sus asuntos y porque idearon un sistema energético casi gratuito y no contaminante. En España, ahora que las placas fotovoltaicas se importan baratísimas de China, la podríamos obtener del sol; sin embargo, no interesa y todavía hay mucha gente que no se puede permitir tener la casa caliente.

8.— ¿Cómo conoció a su compañera?
Fue en 1999, en Barcelona. Ella vino a estudiar fotografía y un amigo en común nos presentó.

9.— ¿Tienen hijos? Y, en ese caso, ¿cómo se tomaron los chavales el cambio?
Los niños tenían 6 y 4 años, ya habían hecho sus amigos en el colegio, pero su madre siempre les había hablado en islandés, al igual que yo siempre en catalán, y cada año iban de vacaciones a Islandia. Se lo tomaron bien y en el periplo que hicimos en coche hacia la isla paramos en Eurodisney y Legoland. Guardan un recuerdo imborrable.
10.— El hecho de que ella sea islandesa habrá ayudado en el proceso de cambio, ¿no?
Yo siempre digo que mi padre me ayudó a conocer la vida, mi maestro de yoga, Ramón Casas, a mí mismo y mi mujer el mundo. La primera vez que fui a su país (1999), su familia me hablaba en inglés, por deferencia, y yo no me enteraba de nada. Por casualidad estaba leyendo El médico de Noah Gordon; un inglés se hace pasar por judío para ingresar en la única facultad de medicina que hay en Persia y en la caravana que lo lleva de camino aprende parsí, leyendo el Corán. Yo me lo apliqué a mí mismo y solo llegar a Barcelona me apunté a una academia de inglés. Los libros han marcado mi vida. Empecé a hacer Za- Zen por un libro que cogí de un canasto que había al pie de un restaurante tailandés en el que esperábamos mesa. La dueña me vio tan interesado que insistió en que me lo quedara. Se titulaba La práctica del Za-Zen y todavía lo guardo como libro de cabecera.

11.— Trabajó de camarero y mozo de almacén. ¿No podía aspirar a un puesto de trabajo mejor?
Yo lo que quería era escribir. No hablaba islandés y necesitaba un trabajo de verano para ganar algo de dinero. Recuerdo que los horarios eran demenciales y trabajaba doce días seguidos y después tenía un fin de semana de descanso. Así durante tres meses. Cuando llegaba a casa no sabía ni donde estaba.
12.— De yuppie y alto directivo, a currante. Debió de ser duro.
Me levantaba a las cinco menos cuarto de la mañana porque yo, además, iba en bicicleta. Hacía 14 km. cada día, pero lo necesitaba, era una especie de terapia. Cuando eres escritor y nadie ha publicado nada de ti, en un momento dado pierdes la brújula y la confianza en ti mismo, te preguntas si te habrás equivocado, si los naysayers tendrían razón. Te sientes un poco como un vago. Los niños van al colegio, la mujer trabaja y cuando llegan a casa te encuentran sentado a la mesa, tomando un café y mirando embobado por la ventana como cae la nieve.
13.— ¿Qué fue lo peor en su proceso de adaptación?
El idioma. Aprender islandés a los 40 años es como un martirio, con las declinaciones y todo eso. Como te he dicho, yo llevaba una vida acomodada. Acabé la carrera de económicas y me puse a trabajar en la venta de edificios, enganché la mejor época. Empecé a ganar dinero y fui escalando puestos hasta llegar a ser socio y directivo. Mi cerebro, como el de muchos españoles, no estaba preparado para el cambio. En España vemos barreras por todas partes; nos independizamos a los 30, tenemos hijos a los 40 y nos enfurecemos las pocas veces que hace mal tiempo y no sale el sol.

14.— ¿Y el idioma? ¿Cómo se las apaña con el islandés?
Llevo dos años y poco estudiando en Háskóla Íslands, la universidad de Islandia. Todavía no doy pie con bola, pero sé que lo conseguiré. Tengo mucho tesón y soy correligionario de la cultura del esfuerzo.

15.— Entre tanto, ha escrito y publicado un libro, Necesitamos un cambio. El sueño de Islandia. ¿Se trata de una invitación a la rebelión?
Por supuesto. Estoy cansado de ver a gente sufriendo a mi alrededor que no puede pagar la hipoteca y se pasa el día trabajando. Todo para que una pequeña élite viva con todo tipo de lujos y sin reparar en gastos. Creo que si el 1% de la población acumula toda la riqueza del planeta, el 99% restante tiene la obligación de unirse y rebelarse. El protagonista de mi novela funda un partido político con esa intención.

16.—Tras la crisis financiera de 2008, Islandia no dio un céntimo a la banca y llevó a políticos y banqueros a los tribunales. ¿Qué se respira ahora en el país?
Islandia ya está saliendo de la crisis y apenas hay paro. Es el país donde, cuando hace calor en casa, se abre la ventana en lugar de apagar la estufa; donde los niños van al colegio en bicicleta y todo el mundo está en su hogar a las cinco de la tarde. El ambiente que se respira es puro y muy inspirador.

17.— ¿Qué medidas políticas importaría de allí?
Islandia tiene fama de ser cara; no obstante, todos los impuestos que se pagan se reinvierten en servicios para la sociedad, de algún modo son tangibles. Los colegios son gratuitos, la calefacción y el agua (que además es buenísima para beber) es casi gratuita y el gobierno ayuda a los más necesitados (discapacitados, madres solteras, estudiantes, etc). Solo por lo que me ahorro en colegios, calefacción y agua, ya me compensa.
18.— Se define también como yogui. ¿Puede explicar su relación con el yoga? ¿Cómo le ha ayudado a dar el salto?
Me introduje en el yoga merced al libro del Za-Zen. El primer paso para sentirse bien es tener un cuerpo libre de tensiones, fuerte pero a la vez flexible. Después llega el trabajo de la mente y, para los más avezados, del espíritu. Lo que está claro es que si te duele la espalda o respiras mal, no estás aprovechando todo tu potencial para acometer obras más elevadas. El yoga me mantiene en equilibrio, me ayuda a mantener las manos al volante en momentos de depresión o euforia.

Entrevista Contra periódico de Catalunya.

Enlace directo para ver la directamente la entrevista Contra Periódico de Cataluña:

CONTRA JORDI PUJOLA

www.jordipujola.com

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